Perdonen mi ausencia

Todo se me está desbordando.
Os escribo estas líneas para solo deciros que sigo aquí, que NO he abandonado el blog.
Se me acumulan las cosas.
Después del feliz acontecimiento, el nacimiento de mi segundo hijo, ahora tengo otro feliz (aunque aún es demasiado pronto para dar campanadas) desenlace.
Me explico:
A mi hermano hace cuatro años le diagnosticaron una insuficiencia renal, con lo cual, casi instantáneamente comenzó todo el proceso que se hace en estos casos, hasta llegar a tener que ir a diálisis tres veces por semana durante todo este tiempo.
Mi hermano ahora tiene 31 años.
Durante estos cuatro años, ha sido llamado como suplente de trasplante al menos cinco veces, pero siempre lo enviaron a casa.
Esta vez ha sido distinto. Esta vez, el pasado día 16 lo llamaron a las 2 de la madrugada para decirle de nuevo que fuera al hospital a las 6 de la mañana.
Mi hermano, lo tomó de nuevo como una "pequeña rutina". Fue, lo conectaron a la máquina de diálisis para dejarlo preparado "por si las moscas" (eso lo habían hecho las otras veces).
Le dijeron que estaba como segundo, igual que la última vez, pero a eso de las 11 de la mañana, se le acercó un médico y le dijo textualmente: "Buenos días. Vengo a presentarme, mi nombre es Fulanito de tal y pascual y soy el cirujano que llevará tu operación de trasplante de riñón."
A lo que mi hermano contestó: "¡Coño! Me habían dicho que estaba de segundo."
Cirujano: "Claro, primero operamos a la compañera de la habitación de al lado y luego a ti."

Claro, tanto mi hermano como todos nosotros nos alegramos un montón.
A las 20:30 del mismo día 16 lo metieron en quirófano y los médicos halaron con nosotros. Nos dijeron que tardarían unas 4 horas o 4 horas y media.
La operación comenzó a las 21:00 y terminó a las 00:30.
A esa hora salío del recinto de quirófanos una de las cirujanas y a medida que nos acercábamos para hablar con ella (estábamos a unos 15 metros), me doy cuenta de la cara de satisfacción que traía la chica. Tenía una aspecto radiante con esa sonrisa. Todos nos quedamos más tranquilos simplemente viéndola. No habíamos llegado aún junto a ella y se notaba esa tranquilidad mezclada con alivio que todos teníamos.
Cuando llegamos junto a ella, comenzó a decirnos con palabras lo que ya nos había dicho con su cara y con su mirada.
"Todo ha salido bien, mejor de lo que normalmente hemos visto en mucho tiempo. En el momento de ponerle el órgano, a comenzado a funcionar y eso es muy bueno además de sorprendente. Lo habitual es que tarde un tiempo en "arrancar" pero como he dicho antes, tal y como lo pusimos, el paciente comenzó a orinar y por lo tanto el órgano funciona correctamente."

Mi madre no paraba de mirar al cielo (bueno, al falso techo del hospital) y repetía una y otra vez, con lágrimas en los ojos, "gracias a Dios, gracias a Dios", y acto seguido bajaba la mirada hacia la cirujana y no paraba de darle las gracias.

Nos explicó que ahora lo iban a pasar a la UCI, que allí nos darían la hoja informativa sobre las normas de ese recinto y horarios de visita.
Una vez en la UCI, nos dieron eso, y dijeron podíamos pasar 2 de nosotros un par de minutos para verlo. Como es lógico pedí a mis padres que fueran ellos los que entraran.
Cuando los vi salir, ya se les veía en la cara la tranquilidad que esa situación te deja.
Lógicamente estaban algo impresionados con la cantidad de cosas que tenía enchufado, pero nos contaron que ya estaba despertando de la anestesia, aunque aún quedaba mucho para despertar del todo.

Antes de irnos a casa nos informaron que en la UCI se quedaría unas 48 horas que era lo habitual.
Al día siguiente fuimos mi mujer y yo a la hora de la visita (13:30) y cuando estábamos pidiendo el pase de acceso, nos comunicaron en en una media hora o 45 minutos lo iban a pasar a planta, a la unidad de aislamiento. Asombrados dijimos que si no iban a quedarse 48 horas, a lo que nos respondió que como todo iba faborablemente y muy rápido, pues que no era necesario dejarlo ya en la UCI.

En fin, que en este momento se encuentra estupendamente (dentro de lo que cabe) en una habitación de aislamiento a la espera del traslado a la habitación corriente de un hospital.

Ahora quisiera decir lo siguiente:

1º Agradecer enormemente a la familia y al propio fallecido allá donde esté por haber donado sus órganos y que por lo menos a esa chica y a mi hermano haya conseguido cambiarle la vida. No sé si algún órgano más de esa persona a sido trasplantado, pero lo importante es que gracias a esa donación, como mínimo (y que yo sepa) dos personas han vuelto a nacer. Por ello no me cansaré de DAR LAS GRACIAS al donante.

2º A los cirujanos y a todos los médicos que están llevando el caso de mi hermano por el trato y toda la información que nos han dado a la familia y por supuesto a mi hermano.
Te deja muy tranquilo ver la profesionalidad de estas personas y como al hablar entre ellos tratan a mi hermano NO como "el paciente tal o cual" sino por su nombre. Eso dice mucho de ellos.
Repito de nuevo: GRACIAS a todo el personal del HOSPITAL VIRGEN DEL ROCÍO de Sevilla. Os estaré eternamente agradecido, y por supuesto a la persona que donó sus órganos. GRACIAS.