Cierre de webs

Después de tener abandonado el blog durante mucho tiempo, me he decidido a escribir unas líneas sobre todo lo que está pasando respecto a la ley "del cierre de webs".
Mi opinión personal y las acciones que estoy llevando personalmente desde hace muchísimo tiempo.

Sobre la música:

Desde muy pequeño, he sido un consumidor de música casi compulsivo. Me compraba mis cintas y mis discos de vinilo y en mi casa, casi siempre estaban puestos. Disfrutaba de la música como nadie.
Estaba al alcance de mi bolsillo. Los había de distintos precios, pero recuerdo que iba a mi tienda de discos habitual y podía encontrar algunos vinilos a 695 pesetas (los que no eran novedades) y los nuevos trabajos de las bandas que a mi me gustaban podía pagar tranquilamente 995 pesetas o 1495 pesetas (pongo los precios exactos porque aún conservo dichos discos con el precio puesto o con el ticket de compra.)
Era todo un "ritual" placantero eso de ir a la tienda, hacer la compra e ir de vuelta a casa cargado con uno o dos vinilos deseando llegar para ponerlos y disfrutar de ellos.
Recuerdo con nostalgia esos momentos. Los echo de menos. Mucho.
El otro día, revisando mi colección de vinilos, vi un detalle en todos ellos que en su día pasó desapercibido para mi, y que en estos tiempos que corren y de todo lo que está pasando, ya no se pasa por alto aunque se quiera. Esto es el sello de la SGAE en cada uno de ellos.
Me acuerdo también que en cuanto un grupo sacaba su nuevo trabajo, quedábamos varios colegas para ir juntos a comprarlo. A lo mejor estábamos cinco amigos y comprábamos el mismo disco todos. Más contentos que la hostia íbamos de vuelta cada uno con el nuestro. No pensábamos mucho en eso de "lo compra uno, y los demás se lo graban". No.
Ojo, eso no quiere decir que no lo hiciéramos, en contadas ocasiones nos los prestábamos y nos hacíamos copias, ¡claro que sí! pero no era muy habitual.
Entrando a mediados de los noventa, comenzó a ponerse de "moda" el CD.
Nos "vendieron la moto" diciendo que la calidad de audio era lo nunca oído y que era perfecta. Un disco compacto con una calidad superior de sonido. Entonces, la industria comenzó a sacar en CD todo lo que yo ya tenía en el formato "a punto de extinguirse". Eso sí, como la calidad de audio era muy superior, los precios también deberían de serlo ¿verdad?.
Los que me habían costado 695 pesetas, en CD ahora valían 1995 pesetas. Nos ponían en las carátulas el tipo de calidad que tenían esas nuevas copias: "AAD", "ADD", "DDD". Pero daba igual, aunque la calidad fuera "AAD" el precio seguía siendo el mismo. Nos propetieron que los CDs eran "inmortales". No se rallaban... "olvídense de los molestos saltos" rezaban algunos anuncios (¡¡UN CARAJO!!).
¡Uy!, tal banda a grabado un nuevo disco, vamos a comprarlo... me presento en la tienda y ¡ADIOS! 2995 pesetas.
Bueno, me gusta este grupo y lo compro, pero ya no podré comprar más hasta que mi bolsillo no se recupere de tal puñalada.
Creo que ese fue el comienzo del fin de mi consumo musical habitual. Si no recuerdo mal, después de tal puñalada, pasé de hacer una o dos visitas al mes a mi tienda de música, a hacer una visita cada dos o tres meses.
El sonido de dichos CDs, para mi, no llegaba a la calidad que prometían. Quizás era y soy demasiado "tiquismiquis", pero no llegaba a convencerme del todo. Aún así, seguía comprando porque ya era cada vez más difícil encontrarlos en vinilo.
Pasó mucho tiempo entre una visita a dicha tienda y otra, (mi bolsillo ya estaba resentido con los precios) y para mi asombro, ya habían desaparecido todos los vinilos. Solo quedaban CDs y algunas cintas.
Ahora comenzaba el "me compro un CD y se los grabo a mis colegas o se lo compra uno y nos lo grabamos todos". Ya no había tanto dinero para mantener el ritmo de compras que teníamos (y eso que ya no dependíamos de las pagas de nuestros padres, sino que ya trabajábamos y teníamos nuestro propio sueldo, muy superior a esas pagas semanales.)
Cuando quise darme cuenta, habían pasado años desde mi última compra en mi tienda habitual.
No volví jamás. Me quedé con la colección de la que disponía (y aún conservo) y listo. Dejé de cosumir música nueva. Únicamente uno o dos CDs cada ciertos años que es cuando mis artistas favoritos grababan sus nuevos trabajos, pero ya está.
A día de hoy, el último CD que compré fue hace un año aproximadamente.
¿Que si me he bajado música de internet? Por supuesto. Música que ya tenía y quería pasarme a mi mp3. Discos que he escuchado antes de comprarme en CD por si no me gustaban. Discos que ni siquiera tenía y que al final ni siquiera he mantenido, ya sea por pereza o porque no me gustaba la calidad de sonido que traían.
La industria musical "mató" el entusiasmo que tenía desde muy pequeño por la música, sacando los mismos discos, recopilatorios, etc, intentando que compre una y otra vez lo mismo pero cada vez a un precio más elevado, y encima engañandome.
No fue una "venganza" ni un "castigo", simplemente me quitaron las ganas de seguir comprando, de seguir consumiendo (comprando, grabando o descargando, da igual). Perdí el interés.
Ahora se habla mucho del cierre de webs de intercambio, que si la música está en peligro por la piratería, etc, etc. La culpa, según algunos es por las descargas "ilegales", según mi opinión personal y por mi experiencia fue porque como dije anteriormente, mataron el interés por el consumo musical. Por lo menos a mi me lo hicieron.
En estos últimos días, vuelvo a tener la ilusión otra vez por la música. NO, no me he vuelto loco.
Después de tener en mis manos mis antiguos vinilos e ir mirándolos con nostalgia, he decidido comprarme un tocadiscos, conectarlo a mi home cinema y disfrutar de nuevo de ese formato.
Este precisamente me he comprado.

¿Comprar más? Por supuesto. Volveré a consumir, comprar discos otra vez, pero en vinilo. ORIGINALES. Eso sí, los compro de segunda mano. Discos que en su día no compré por alguna razón, ahora ha llegado el momento de hacerse con ellos.
Todavía queda algunas tiendas donde encontrar dichas reliquias. Por internet hay mucha gente que vende sus vinilos y yo se los compraré. Eso sí, no a cualquier precio. Pagaré un precio justo que yo pueda estimar. hay mucha oferta y podré elegir el que más me convenga.
En definitiva, me he propuesto en volver a tener ilusión por escuchar música. En resucitar lo que un día,la industria musical mató. Eso sí, la industria no pillará ni un solo euro, solo percibirá mi dinero las personas que como yo compraba y consumía música con la misma ilusión y que por alguna razón, se quiere deshacer de sus discos.
Con el cine pasa más de lo mismo. Cuando era pequeño, mi padre me llevaba al cine. Yo iba con una ilusión tremenda. Fui a ver películas como Superman, Piraña, Tiburón, algunas de Bud Spencer y Cantinflas (Joder que viejo soy).
Iba a un cine de una sola sala. Me quedaba embobao mirando esa pantalla ENORME frente a mi, viendo como Bud Spencer repartía hostias a diestro y siniestro. Cuando entraba me llamaba la antención ese olor. No sé como describirlo, pero era algo mágico. Se podía comprar palomitas y esos Toblerones que me volvían loco.
A medida que iba pasando el tiempo, las películas iban mejorando, los precios no. Volvemos a lo de siempre, LOS PRECIOS.
Los precios iban subiendo como la espuma y como algo incomprensible, las pantallas iban encogiendo. Tiene gracia la cosa ¿verdad? Las pantallas del cine cada vez eran más pequeñas.
Nos vendían el super sonido THX, Dolby Surround y todo lo inimaginable, pero las pantallas iban siendo más pequeñas. Centros comerciales con 10 o 12 salas y con unas pantallas minúscilas comparadas con esas que recuerdo de antaño. Salas cada vez más pequeñas a su vez. Precios más altos también.
El tema parece tener relación. Nos ofrecen menos por más dinero.
Antes iba al cine una media de una o dos veces al mes, y ahora, para que os hagáis una idea, a día de hoy, la última película que he visto en el cine fue "88 minutos" (ya ha llovido).
Lo mismo con los videoclubs.
Casi sin darte cuenta, dejas de ir, dejas de comprar. Cosas que hacías habitualmente, dejas de hacerlas. Te quitan las ganas.
Terminas diciendo, no puedo mantener ese ritmo pero quiero seguir viendo pelis. Intentas ver una por la tele (cuando echan alguna que valga la pena) pero termina por desesperarte con tanta publicidad. Yo no puedo ponerme a ver una pelicula de dos horas a las 22:00 y terminar de verla a la 1:30 o las 2:00 de la madrugada.. Eso desespera a cualquiera.
Pasas del VHS al DVD y al poco tiempo te quieren imponer otro formato. Me niego a tener que comprarme otro aparato por XXX euros y volver a comprar las pelis que ya tenía en VHS y que compré en DVD y que ahora pretenden venderme en Blu-ray. Lo mismo pero más caro.
Sí, mejora la calidad de imágen y audio, pero no siempre es así. Hay mucha chapuza por ahí. El tema es vender una y otra vez lo mismo.
Llega el famoso canon. Canon para cualquier formato de almacenamiento, pero da igual si vas a grabar tus fotos o te vas a copiar una peli. Pagas igualmente dicho canon.
Quieren cerrar webs que enlacen hacia descargas de películas, música, juegos, etc, pero no hablan de que si hacen eso, dejan de cobrar el canon.
Estoy totalmente de acuerdo en el intercambio p2p SIN ÁNIMO DE LUCRO, pero una cosa sí que tengo que reconocer, aún no me he topado con una web de ese tipo que no tenga publicidad. ME DA IGUAL QUE SEA PARA MANTENER EL HOSTING, EL DOMINIO O LO QUE SEA. Si te decides a crear una web de intercambio o que enlace a material p2p, asume tú la responsabilidad de pagar lo que uses (hosting, dominios, etc) y si no, no la hagas, nadie te obliga.
Para mi eso no es escusa.

En definitiva:

Me niego a pagar una y otra vez por lo mismo a precios que en mi opinión no son justos.
Me niego a pagar 60 ó 7o euros por un juego, por muy bueno que sea.
Me niego a ir al cine y pagar 8 ó 9 euros para ver una película en una sala y pantalla irrisoria para que luego me sienta estafado cuando en el Trailer te lo venden de una manera y al final sea una mierda.
Me niego a pagar 25 o 30 euros por una película en DVD o Blu-ray.

Si puedo, me la descargo de internet, y si llega el día que no pueda hacerlo y los precios siguen igual, pues al igual que dejé de consumir música, dejaré de hacerlo con las demás cosas.
Esto tiene unos "daños colaterales". Si no puedo descargarme material de internet ya sea gratis o a un precio justo, ¿para qué necesito mi adsl de alta velocidad?
Pues nada, para navegar y mirar el correo no necesito tanto. Si intentan obligarme a tener mucho ancho de banda o nada, pues elegiré nada. Y sin eso, para qué quiero comprarme mp3, mp4, discos duros tan grandes, los multimedia, etc. No los necesitaré, así que no los compraré.
Si no compro juegos a un precio justo y tampoco me los puedo bajar por la patilla, no compraré consolas. Así con todo, una cadena prácticamente interminable.

Por lo tanto, en mi opinión, no vale el todo gratis, pero no intentéis estafarme con esos precios, porque no lo pagaré y lo intentaré conseguir (si me interesa) lo más barato posible, y si eso significa GRATIS, pues lo descargaré gratis.

P.D.: Después de la muerte de Michael Jackson (por poner un ejemplo), algunos energúmenos quieren hacerse ricos a su costa, ya que el otro día, buscando en ebay vinilos, encontré a muchos vendiendo sus discos a precios desorbitados. Llegué a ver alguno que otro por 60.000€. ¿Nos hemos vuelto locos o que? Podéis comprobarlo aquí.
Y ese tipo de gente tendrá los santos cojones de quejarse de los precios de la música y ponerlo como excusa para descargarse de todo en internet.

P.D.2: Siento mucho el pedazo de tocho y la forma de escribir. Soy consciente de que he mezclado temas saltando de uno a otro casi sin darme cuenta. Siento mucho el desorden y las expresiones. Es que entre que no soy muy bueno escribiendo y hacerlo con dos niños reboloteando a mi alrededor e intentando poner un poco de orden las cosas salen así.

Un saludo a los pocos que me podáis leer.